Esto sí que no lo he visto yo nunca, ¡un nido de espumillón dorado! Hermione encontró este resto de espumillón caído en el suelo, y aquí trajo a Rosetta. Carmen lo ha metido en ese cajón «para que Rosetta no se caiga al suelo», y la gatita parece estar encantada. Yo la saco de ahí y la llevo a su caja de cartón, porque el espumillón no me gusta para un gatito bebé, pero su madre se empeña en meterla ahí. Voy a confiar en su instinto felino (aunque me fío poco, jeje) y dejarlas un rato así, a ver qué hacen O_O.
La Gata Rosetta 